domingo, 29 de marzo de 2009

EL COCODRILO GIGANTE

Descansando en una piedra
un cocodrilo dormía,
siempre se encontraba solo
pues su tamaño temían.

Eran tan grandes sus dientes
tan enormes sus encías,
que nadie se le acercaba.
temiendo perder la vida.

El cocodrilo era bueno
y le causaba dolor,
que los demás animales
le tuvieran tal terror.

Un perezoso le mira
desde un árbol, en lo alto,
acomodado en un tronco,
un rato lleva observando.

Abre sus ojos despacio,
mira y le vuelve a mirar,
ve al enorme cocodrilo
su mandíbula cerrar.

De repente, al cocodrilo,
le empieza a doler un diente,
se está poniendo nervioso
y se remueve impaciente.

El perezoso le observa
siente su enorme dolor,
más su cordura conserva
y tiene mucho temor.

El cocodrilo se mueve,
se retuerce con furor,
y con la fuerza que tiene
causa en la tierra un temblor.

El perezoso asustado
le mira con compasión,
de un lado a otro se mueve
con gran desesperación.

Un elefante se acerca
alarmado por los ruidos,
extendidas las orejas
al perezoso le ha oído.

El cocodrilo de panza
con el dolor no se entera,
que desde fuera le miran
y ven que se desespera.

El perezoso muy lento
ha empezado a descender,
con su trompa el elefante
le ha bajado donde él.

Poco a poco se le acercan,
y estando a su lado ya,
el reptil abre su boca
y el diente le ven sangrar.

Con su trompa el elefante
engancha muy bien el diente,
tirando con mucha fuerza,
el perezoso lo siente.

El alivio, ahora ha sido,
el alivio, ahora siente,
lo ha notado el cocodrilo
casi inmediatamente.

Los tres están muy contentos
después de lo sucedido,
sobre todo el cocodrilo
que les mira agradecido.

Les cuenta toda su vida,
cuánto era su dolor,
de nuevo les da las gracias
por superar su temor.

Juntos a tomar el sol
al cocodrilo acompañan,
dándose cuenta que a veces
las apariencias engañan.

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